Hoy salimos de las fronteras de Múnich y Baviera para viajar hasta Düsseldorf, capital de Renania del Norte – Westfalia (NRW).

Nos acompaña Alba, de formación historiadora del arte y de mente curiosa y además una de las redactoras del blog Düsseldorf lleva Umlaut; un blog en el que no sólo nos descubre la ciudad, si no un sin fin de curiosidades sobre Alemania, cómo aprender alemán y posts muy interesantes sobre la vida y la llegada al país.

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Os dejo con Alba, que nos va a contar todas las curiosidades y planes que hay que hacer en Düsseldorf.

¡Muy buenas!

Hoy me he colado en el blog de Marta para compartir con vosotros lo mejor de Düsseldorf. Aunque esta ciudad no sea un destino turístico habitual para los que viajan a Alemania, creo que tiene muchísimo que ofrecer. Por eso quiero mostraros algunas de las cosas que he ido descubriendo a medida que me he ido habituando a la ciudad. ¿Me acompañáis?

01. Visitar una pequeña granja en Südpark

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Uno de los parques más grandes y más bonitos de Düsseldorf es sin duda el Südpark. A parte del enorme lago que se encuentra en su interior, se pueden apreciar obras de arte repartidas por el recinto, grandes pistas para practicar distintos deportes, terrenos alquilables donde cuidar tu propio jardín, Biergarten, jardín botánico… Pero lo que más me gusta es sin duda la pequeña granja en su interior, que es de acceso gratuito y en la que se encuentran ovejas, cerdos, caballos… Los trabajadores a cargo de las instalaciones son disminuidos psíquicos y también se encargan de tener cuidado de los jardines a su alrededor, así como de vender los productos que se derivan en una tienda adyacente.

02. Contemplar la arquitectura del puerto

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El pequeño puerto de Düsseldorf merece la pena por su exhibición arquitectónica, pero también por su tranquilidad. Al contrario de lo que podría parecer, esta zona es sumamente silenciosa y calmada, con jardines que conviven con el Rin y los edificios vanguardistas de Frank Gehry y David Chipperfield. Es aquí donde se puede encontrar la torre que da imagen a la ciudad. Además, a poco rato caminando se encuentra Unterbilk, uno de los barrios de moda con buenos cafés y restaurantes.

03. Tomarte una cerveza en las escaleras con vistas al Rin

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No creo que haya actividad más propia de Düsseldorf que sentarse en la escalinata de la Altstadt que mira al Rin con una cerveza comprada en cualquier Kiosk. Y es que aunque el frío apriete, no habrá viernes por la noche en la que los Düsseldorfer no estén aquí. Desde ella se puede contemplar el skyline del puerto y en diciembre se alza una gran noria detrás suyo durante los mercados navideños.

04. Visitar un jardín japonés

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¿Quién iba a esperar que en Düsseldorf hubiera un templo budista? Pues lo hay, y está en el jardín de la asociación de cultura japonesa EKO Haus. En Düsseldorf se encuentra la mayor colonia japonesa de Europa, de modo que no es de extrañar que exista una institución encargada de difundir la cultura de este país. El jardín es realmente precioso, sobre todo en marzo cuando los cerezos florecen.

05. Tomarte un Killepitsch en Altstadt

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Es bastante típico que al recién llegado a la ciudad se le pregunte “¿Has probado ya el Killepitsch?” A lo que el novato de turno contestará que no y será inmediatamente llevado al local donde lo sirven (Et Kabüffke) sin más dilación ni explicaciones al respecto. Así que haré lo mismo para no hacer spoilers; ya me contaréis.

06. Visitar el palacio de Benrath

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Este Schloss de estilo barroco se encuentra al sur de Düsseldorf y se puede llegar a él muy fácilmente con transporte público. Tanto el palacio como el jardín circundante fueron construidos en el siglo XVIII y se ha propuesto como Patrimonio de la humanidad. Es un lugar fantástico para los amantes de la fotografía, sobre todo en primavera y en otoño.

07. Encontrar una ganga en un Flohmarkt

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Como en toda ciudad alemana, a Düsseldorf no le podían faltar mercados de segunda mano interesantes. Yo tengo dos favoritos, y como no soy capaz de decidirme por uno de ellos os recomendaré los dos. El más grande y más conocido es el de Aachenerplatz, que tiene lugar en dicha plaza cada sábado por la mañana. A parte de encontrar antigüedades y ropa barata, el visitante puede escuchar música en directo en la carpa principal.
El segundo mercadillo que me encanta es más pequeño y se encuentra en una ciudad pegada a Düsseldorf, Neuss. Y es que Gâre du Neuss se llama así porque se sitúa en una antigua estación de trenes que conserva todavía su estructura original. En ella también se llevan a cabo eventos musicales y mercadillos especializados.

08. Sentirte una estrella en el museo del cine

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Hay muchos museos interesantes en Düsseldorf (Kunstverein, Museum Kunstpalast, KIT…), pero el museo del cine destaca por su originalidad. Para empezar, su discurso me parece brillante, ya que empieza por el mito platónico de la caverna para explicar la dinámica del séptimo arte. Poco a poco iremos viendo cómo la técnica se fue desarrollando y el visitante podrá contemplar maquetas e indumentaria original, así como experimentar un montaje en croma y hasta caminar por un plató a tamaño real.

09. Comer comida japonesa de verdad

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Ya os he comentado la gran presencia nipona en Düsseldorf, y esto no podía excluir la gastronomía. En el distrito de Oststraße se pueden encontrar una gran cantidad de restaurantes japoneses realmente exquisitos, así como supermercados con productos asiáticos de muy buena calidad. Los restaurantes no tienen nada que envidiar a los del país del sol naciente, y ofrecen una gran variedad de platos difíciles de encontrar en otras ciudades europeas. Mis favoritos son Kushi-Tei y Takumi, con lo que traigo buenas noticias a los del sur: ¡del segundo también hay sucursal en München! – yujuuuu, vítores de alegría por mi parte [Marta] –

10. Pasear por una calle repleta de graffitis

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El barrio de Flingern-Süd es conocido por su gran actividad cultural. Entre grandes naves industriales se pueden encontrar los museos y galerías más indie. Allí también encontraremos mi rincón favorito de la ciudad: Kiefernstraße. Se trata de una calle de aproximadamente un kilómetro de longitud en la que todas las fachadas están decoradas con graffitis de muy alta calidad. En los años ochenta esta calle fue sede del movimiento okupa y en la actualidad es un símbolo de la cultura alternativa.

¡Menudo paseo! Muchísimas gracias Alba por todas tus detalladas y recomendaciones. La verdad que dan muchas ganas de cogerse un tren y visitar la ciudad. Y reconozco que, ¡menuda intriga con la Killepitsch!

¿Conocéis Düsseldorf? ¿Qué os parecen las propuestas de Alba? ¿Añadiríais algo más?
Y recordad de pasar por el blog de Düsseldorf lleva Umlaut, que tiene un montón de curiosidades más.  🙂