Múnich aprovecha cualquier ocasión para celebrar, por eso se comenta que hay más que cuatro estaciones en esta ciudad. Es decir, que vamos mucho más allá de la primavera, verano, otoño e invierno, Múnich además cuenta con el Oktoberfest y con el Starkbierfest.
Tradicionalmente, entre el miércoles de Ceniza y el Jueves Santo se guardaba un tiempo recatado de Cuaresma y ayuno. No se permitía la ingesta de comida, cosa que, para que engañarnos debía ser bastante complicado de seguir a raja tabla.
Afortunadamente para los bávaros, grandes consumidores de cerveza [aquí se conoce a la cerveza como el pan líquido], ésta era considerada líquido y por tanto apta para el consumo. Y para hacer el ayuno más llevadero nació el “Doppelbock”, una cerveza con graduación más alta. Es decir, emborracharse y olvidarse del rugido de las tripas. Fueron los monjes de Paulaner quienes la inventaron en 1629, pero debía ser muy de andar por casa y poco sabrosa.
En 1770, un maestro cervecero entró al convento y 10 años más tarde, Paulaner comenzó a comercializar su cerveza Salvator.Su graduación varía entre el 5% y 12% y desde entonces otras cervecerías empezaron a fabricar la suya: Maximator [Agustiner], Aviator [Airbräu], etc. Todas suelen acabar con -ator, así que no hay perdida.
La cerveza fuerta –Starkbier– es más oscura, más dulce, realmente tiene más cuerpo, más lúpulo y malta lo que la hace tener más alcohol, pero es por la primera razón por la que se llama “fuerte” porque es más pesada.
En mi opinión, es sin duda el mejor de todos los Fests, que tiene Múnich. Es mucho más pequeño, menos gente, puedes encontrar mesa prácticamente a cualquier hora que vayas y es verdaderamente tradicional pues apenas hay turistas. Inmersión bávara a tope.
Diese Frage habe ich mir nie gestellt. Denn wenn ich an Vermissen denke, kommen mir nur Spanien, das Meer, die Sonne und das schöne Wetter in den Kopf.
Aber wenn ich jetzt München verlassen müsste, würde ich viel mehr vermissen als ich zuerst gedacht hatte.
Si quieres saber qué pasa en Múnich cada día del año y no te quieres perder ningún evento esta es tu entrada. Guárdala en tus favoritos, difúndela por tooooodas las redes y a todos tus amigos, es sin duda LA entrada.
Ahora que ha llegado el invierno de verdad, no se me ocurre mejor plan que proponeros 10 planes para sacar partido a la ciudad, de la mano de los planes primaverales, veraniegos y lluviosos.
Tras una ruta por los Biergartens de la ciudad, he decidido hacer un pequeño abecedario con el que no sólo podemos aprender alguna que otra palabra alemana, sino además curiosidades y tradiciones de los Biergartens.
Parece que el verano ya está aquí 🙂 Suben las temperaturas y las calles de Múnich florecen, sale la gente a disfrutar y vivir la calle. El ambiente se respira diferente, los días son azules y uno de los planes que más apetecen es tomar una cerveza bien fresquita.
Nada más muniqués que hacerlo en un Biergarten, es decir, un jardín de la cerveza. Los Biergarten surgieron en Múnich en el siglo XIX. Para poder conservarla a una baja temperatura en los meses “calurosos” las cervecerías construyeron grandes sótanos, que luego cubrieron de gravilla y plantaron castaños para obtener una buena sombra.
Al principio sólo se vendía cerveza pero con el paso del tiempo la gente prefería consumirla allí, de manera que se instalaron bancos y se empezó a vender comida. Tras verse afectados los pequeños productores el rey Maximiliano I decretó en 1812 que no se pudiera vende comida y la gente debía llevar sus propios alimentos.
Esta fecha se considera el comienzo oficial de los Biergarten. Hoy en día, sí se vende comida en los Biergarten [tradicional bávara sobre todo] pero también está permitido llevarse su propio picnic, el único requisito es que las bebidas las compres allí. Un plan estupendo y a buen precio que hacen muchos muniqueses cada domingo.
A continuación os dejo una selección de los que son para mí, los mejores Biergarten de la ciudad. Es una pequeña lista personal en la que he querido huir de los céntricos famosos.
Lo más profesionales cuentan con un trineo, pero digamos que un método de andar por casa es coger una bolsa [mojarnos el culillo] y colina abajo.
Diversión asegurada, tanto para niños como los no tan niños.
Múnich cuenta con un sin fin de posibilidades: desde la Olympiaberg (46m) en Olympiapark [que cuenta además con estupendas vistas]; el Monopteros con una pequeña bajada en el Englischer Garten; en Maxlberg, justo al lado del Maximilianeum que cuenta con una estupenda y ancha colina al lado del Isar; la Luitpoldberg en Luitpoldpark que cuenta con casi 30 m de bajada; la Rodelberg en Ostpark, en Westpark, en la Messe en Riem, en Pasing, etc. Vamos, seguro que alguno te pilla cerca de casa, así que ¡guantes y colina abajo!
[En caso de haber árboles, la ciudad los rodea con un material acolchado para que en caso de impacto, éste sea menor. Vamos, ¡sin peligros!]
02. Patinar sobre hielo
Múnich ofrece tanto la posibilidad de patinar tanto en el exterior como en el interior. En caso de optar por el aire libre en pleno centro de la ciudad, en Karlplatz encontramos la posibilidad de subirnos a los patines [comprobad las fechas de apertura]. De escenario el Nymphenburg, podemos patinar en el canal congelado hasta 500m. ¡Una maravilla!
Plan bávaro donde los haya, el Eisstockschießen es un deporte similar al curling o incluso a la petanca. Muy tradicional del sur de Alemania y Austria, se tiene constancia de él desde el siglo XVI. Consiste en hacer deslizar por una superficie de hielo unas piedras para intentar alcanzar el objetivo [o acercarse a él lo máximo posible]. Nada mejor que unir diversión y tradición.
Como ya os conté la MVHS tiene una cantidad infinita de cursos para todos los gustos. Hoy justo han abierto las inscripciones para el semestre primavera/verano así que no perdáis ni un minuto. Hay cursos de idiomas, de cocina, de fotografía,etc. ¡Yo me he apuntado a un curso de pan! ¿Además, qué mejor manera de practicar el alemán alejado de las clases de gramática, disfrutando y aprendiendo?
06. Disfrutar de un paseo haciendo fotos
Para los que venimos de climas más cálidos. el que nieve en la ciudad es una constante alegría [al menos para mí]. A pesar de las molestas piedrecitas que hay en las calles para evitar resbalones yo disfruto como una niña cuando la ciudad está cubierta de nieve. No se me ocurre mejor plan que, abrigarse bien e ir a pasear y fotografiar Múnich. Una delicia.
07. Esquiar
Evidentemente la ciudad no cuenta con pistas profesionales, pero si uno se quiere quitar el mono o simplemente quiere probar, la ciudad ofrece unas pequeñas colinas por las que deslizarse. La comentada en Olympiapark puede ser una opción y además en Moosach en el norte, concretamente en Tranzlberg.
Hay un montón de saunas repartidas por la ciudad a precios bastante asequibles [unos 4€ la hora]. Además, no muy lejos de la ciudad, en Erding se encuentran las termas de Erding, el balneario más grande de Europa. Un fantástico resort que cuenta con piscinas, jacuzzis, toboganes, saunas, baños turcos, etc. Aconsejable ir unas 3-4 horas mínimo para poder disfrutarlo bien. ¡Merece la pena!
10. Excursiones a los Alpes
Para los amantes de los deportes de invierno, nada como salir de la ciudad para encontrarse con las montañas. Increíbles paisajes e infinitas pistas. Desde Múnich es posible esquiar a tan sólo 40 minutos de la ciudad. La oferta es infinita, ya que Austria y Suiza también son destinos recomendados. Además para que aquellos que no tengamos coche, hay muchas compañías de bus que te llevan desde Múnich a pie de pista e incluye el forfait en el precio [además de desayuno y a veces fiesta apres ski]. ¡Además el esquí se puede hacer en familia!
Estad además atentos al Blue Red, que en breves volvemos con actividades 🙂
¿Se os ocurre algún plan más para estas bajas temperaturas? ¿Os habéis animado a esquiar? ¿Cuál es vuestra estación de esquí preferida? Lo importante es disfrutar del inviernoy combatir el frío. Los monjes de Múnich lo hacían además con el Starkbierfest, pero eso ya será otro capítulo. 😉
Nos encontramos en plena Oktoberfest, el festival de cerveza más grande del mundo y motivo por el cual Múnich es conocido mundialmente [junto al FC Bayern]. Con más de 200 ediciones, el Oktoberfest ha evolucionado con el paso del tiempo, convirtiéndose hoy en día en una de las mayores atracciones turísticas del país y atrayendo a casi 7 millones de personas. A pesar de las grandes aglomeraciones, es posible disfrutar de una buena cerveza, si sabes cómo.
¿Conoces todos los secretos y curiosidades de esta fiesta?
Teniendo en cuenta que nos encontramos en pleno Starkbierfesty que hay que ponerse el traje bávaro regional, aquí una pequeña curiosidad sobre el nudo del delantal (y a ver si así se me queda porque me lío cada vez que me lo tengo que poner).
El nudo a la derecha significa que la chica tiene una relación, está comprometida o casada, así que mozos, no intentéis nada con ellas porque en Baviera uno se lo toma con mucha seriedad y antes de tirar trastos fijaros donde tiene el nudo.
El nudo a la izquierda significa que la chica está soltera y sin compromiso, así que ¡al ataque! Yo pensaba que apenas ninguna se los pondrían a la izquierda porque es un claro símbolo de “hombres, podéis venir a mí” pero nada más lejos, aquí nadie miente y todas cumplen.
El nudo en medio, al contrario de lo que se pueda pensar, no es un “no sé que tengo” “relación complicada” “venid y decidiré si quiero besarte o no” es para las chicas vírgenes. Actualmente sólo lo usan las niñas pequeñas y yo no se lo he visto a ninguna moza. (He leído que se dejó de usar en las chicas después de la Segunda Guerra Mundial).
Y por último, el nudo detrás o bien la señora es viuda o ¡es la camarera! Así que cuidado no deis el pésame a las camareras en un descuido 😉