Tras nuestros paseos en Haidhausen Bogenhausen y Neuhausen, cruzamos el río y nos dirigimos hacia Sendling, un barrio al sur de la ciudad lleno de rincones y encanto. Tenemos de guía a Pilar, una Andaluza en Bavierablog divertidísimo lleno de sus vivencias en las que cuenta con muchísimo salero anécdotas de su vida alemana. Seguro que más de uno se verá reflejado en sus historias hispano-alemanas. ¡Me encanta sus batallas con el veganismo!

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Cuéntanos algo sobre ti y de cómo llegaste a Múnich.
Mi verdadero nombre es Pilar. Soy sevillana de nacimiento y sanluqueña de adopción (de Barrameda). Estudié arquitectura en Sevilla, ciudad a la que volví a los 3 años de haber terminado la carrera para hacer un master en enseñanza. Tras haber terminado arquitectura y verme sin trabajo decidí, Dios y yo sabemos por qué, presentarme a las oposiciones de ingenieros del ejército.

Durante los años de las oposiciones al ejército había conseguido un nivel y un acento de inglés muy altos y para mantenerlos una amiga bilingüe me propuso ir a un bar donde hacían tándems de idiomas una vez por semana. Y allí que fui…y conocí a mi teutonovio. Él hacía su beca erasmus en Sevilla, me pareció muy lindo, educado…uff, como siga no paro.

Cuando a él le tocó marcharse por Navidad le eché tanto de menos que me reafirmé en que la relación no era una tontería, y menos aún cuando volvió a Alemania en marzo y me quedé contando los días y los ahorros para volar a Múnich y volver a verle en persona.

Esa primera visita me hizo ver que si venía, sí, dejaría atrás familia, amigos, un buen clima y ciudades bonitas. Pero también vi que tenía posibilidades de establecerme aquí, que Múnich es una ciudad preciosa y de la que la gente disfruta con +30° y con -10°.
En mi segunda visita en junio decidí buscar algo como aupair.Tuve mucha suerte y encontré una familia medio española con la que empecé ese mes de septiembre. Durante 6 meses cuidé de los tres hijos, pero no avancé con el idioma. Seguía yendo a clase pero frustrada de no poder hablar tras 6 meses. Decidí cambiar la familia y encontré una familia alemana con dos varones de 2,5 y 5 años. Mis dos monstruitos. En una semana aprendí con ellos lo que no había aprendido en 6 meses. A los 8 meses de estar allí el padre de los monstruitos me ofreció hacer prácticas de arquitectura en su empresa, donde al acabar mi contrato de aupair me contrataron de forma indefinida, y hasta el día de hoy.

El barrio y tú: tu rutina, hace cuánto vives en Sendling, qué te gusta…
No diré que es el mejor barrio, porque los hay mejores, más bonitos y también más caros. Pero a mí me gusta mucho. Hablando propiamente es un barrio de ensanche: todas las manzanas son iguales, con grandes patios de manzana donde los jardines encuentran su lugar de expansión. Sí, jardines. Me llamó mucho la atención cuántos jardines, todos verdes y esplendorosos (hablo en tiempo sin nieve) crecían en los patios de los edificios en Sendling. En mi caso, tengo un pequeño balcón en la cocina que da al patio de manzana. Es un deleite para la vista ver los balcones de mis vecinos llenos de plantas y flores en cuanto desaparece la nieve. El barrio tiene aceras anchas que suplen la falta de carril bici, árboles grandes que alegran las calles, y un gran parque. En la zona que yo vivo, junto a Harras, el parque está al sur de Brudermühlstraße, me encanta caminar por los senderos o echarme con la manta de picnic en la colina a tomar el sol; ni que decir tiene que pierdo la noción del tiempo en el balcón con vistas a la ciudad.
El Westpark no me coge cerca, aunque tampoco lejos; tengo pendiente ir al cine de verano que organizan. Aunque sí he estado en el aula que la Volkshochschule tiene allí al aire libre.

Recomendaciones en Sendling: restaurantes, bares, rincones…
Para mí lo mejor de Sendling es su posición y sus comunicaciones: está en la ciudad, 10 min de bici al centro, pero lo suficientemente lejos como para no tardar más de media hora en salir en bici de Múnich (dirección Großhadern) y verte en la naturaleza. Tiene 2 líneas de metro, autobuses y trenes de cercanías y media distancia al Tegernsee. Se puede salir igualmente con la bici al río y con uno de sus senderos para bicis ir hacia el norte dirección Englischer Garten, y perderte en él, o hacia el sur dirección Pullach. Nosotros particularmente usamos este sendero por 2 razones: barbacoa en el río donde el Isar forma las islas pasado el Zoo, o camino de un jardín de la cerveza que hay en Pullach: Waldwirtschaft Großhesselohe. Muy recomendable.

Harras

Harras

Su gran plaza es Harras. No es especialmente bonita aunque tiene un par de edificios típicos muniquenses, tiene mucho tráfico, PERO: está llena de vida. Entre el McDonalds, las 2 ó 3 cafeterías y LA heladería, siempre hay gente, siempre hay niños jugando en la fuente, montando en bici o simplemente trasteando. He escrito LA heladería porque para mí hasta ahora es la mejor que he encontrado en la ciudad. La regenta una familia de argentinos que siempre sonríen más cuando el cliente habla español. También la panadería que más me gusta, y ya no sólo por el pan sino también por el trato de la dueña, está en Harras: Ratschiller´s. No aconsejo ir de 11 a 12, la cola se sale de la tienda.

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Escondida en un rincón de la plaza hay una pequeña cafetería que sirve desayunos con más estilo, Kitchenette. Tengo unas ganas terribles de ir con varias amigas y pedir el desayuno grande, torre de frutas y dulces incluida.

Pero no todo lo bueno de Sendling está en Harras. Uno de mis locales favoritos es Valley´s. Es un restaurante que siempre tiene gente, joven, matrimonios con niños, familias enteras, y la pandilla del dueño. Conoces la serie “Hijos de la anarquía”? No digo más. He de decir que a parte de que los platos estén riquísimos y sean enormes, las camareras son muy simpáticas. En 3 años no me he encontrado una malaje allí. Es el local perfecto también para ir a ver grandes partidos de fútbol. Le salen pantallas de TV de todas las paredes cuando hay liga.

En la misma calle está uno de los edificios que más gente atrae al barrio: Südbad, o lo que es lo mismo, piscina cubierta. Nunca he entrado, pero sí me han contado que las instalaciones son buenas.

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http://www.swm.de/

Si alguien, como mi teutonovio por ejemplo, es indeciso para comer lo mejor es irse hacia Lindwurmstraße. Tiene muchos restaurantes internacionales, no sólo en la propia calle sino en las que desembocan en ella: Tailandés, Japonés, Alemán, Italiano, Griego… Al final de Lindwurmstraße hay una pequeña plaza, aunque más que una plaza es un patio donde hay varios bares y restaurantes, entre los que hay uno que sirve pescado todo el año. Cerca de este patio está mi gimnasio, se lo recomiendo a cualquier chica que viva en Sendling, Lady Sportiv. El equipo es simpático, las instalaciones están siempre limpias y el ambiente es muy bueno.

Cuéntanos el ambiente y encanto de Sendling
Si Harras es la plaza principal de Sendling, su corazón, alrededor de lo que el pueblo de Sendling se desarrolló hasta que Múnich lo engulló está la iglesia Sendlinger Kirche. No es que sea una joya arquitectónica. Pero tiene un encanto especial, al menos para mí. Si se llega desde Lindwurmstraße, la iglesia sigue teniendo ese aire campestre con los árboles, la escalerilla y la pequeña puerta de madera en el muro. Es blanca, como casi todas las iglesias alemanas, con un gran mural sobre la puerta principal, muy típico en Baviera. Si se pasa de noche por allí parece que a la iglesia le dé igual estar en medio de una ciudad de más de 1 millón de habitantes. Si se obvia el tráfico que pasa junto a ella y se mira su torre, ella parece seguir reclamando la identidad de pueblo con la que empezó allí.
http://images.fotocommunity.de/

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Un dato muy curioso para mí fue una vez al salir de misa de Santa Margarete, me dieron un folleto anunciando la romería que saldría a los pocos días de Sendlinger Kirche. Bueno, para ser más exactos, peregrinación, pero como una ha vivido siempre junto a Doñana, me sale antes la palabra romería. Además me parece una palabra más bucólica para el camino que haría dicha peregrinación por los campos bávaros, el cual no puedo recordar y no encuentro por internet, lo siento.

Si tengo que resumir: comunicaciones, patios, los tejados (me obsesionan, son preciosos esos ventanales, las buhardillas, los encuentros entre distintos tejados…) y la naturaleza a la que da acceso, tanto el parque como el Isar. Vale, no lo puedo dejar atrás: la comida. Entre Valley´s y Augustiner no me puedo decidir, igual que no me decido por un supermercado. Sendling está lleno, puedes elegir cualquier franquicia que seguro que está allí.

Muchísimas gracias Pilar, nos has desvelado un montón de secretos de esta barrio que se encuentra fuera de las guías pero que sin duda tiene muchísimos rincones por los que vale la pena caer. ¡Qué ganas tengo de probar ese helado!
Unbenannt
¿Conocéis Sendling? ¿Falta alguna recomendación imprescindible? ¿Habéis probado ese rico rico helado? ¡Contadme!