La de hoy es una pequeña entrada culinaria llena de curiosidad. Del plato vienés por excelencia ya hemos hablado cuando hablamos del famosísimo filete empanado: el Wiener Schnitzel.
Gastronomía
Cuadrado, práctico, bueno.
Así se define uno de los chocolates más famosos de Alemania; el Ritter Sport.
La historia de esta tableta cuadrada de chocolate se remonta a 1912, cuando Alfred y Clara Ritter funda en Cannstatt una fábrica de chocolate con el nombre de AlRiKa Krem Schokolade – acrónimo de Alfred Ritter Kannstatt -.
La famosa tableta cuadrada nació en 1932 con el nombre de Ritter´s Sport Schokolade cuando Clara propuso el hacer una tableta de chocolate “que cupiera en los bolsillos de cualquier chaqueta deportiva, sin romperse, teniendo el mismo peso que una tableta de chocolate normal”. El nombre de “Ritter Sport Schokolade” se adoptó en 1970.
También en ese año con la llegada de la publicidad se adoptó el eslogan “Quadratisch, praktisch, gut”. Se inventó además el primer chocolate con yogur. La marca comienza a despegar en el mercado nacional.
En 1974 otro cambió revolucionario llega: la característica paleta de color: cada variedad de chocolate adquiere un color alegre, joven. Como la vida misma, alegre, jovial, moderna, activa.. Y el chocolate que te acompaña. Todo un signo de identidad de la marca.
En 1976 se cambia el modo de apertura al actual y se deja de abrir como una tableta de chocolate normal.
Al mítico tamaño se han ido añadiendo en 1982 el tamaño mini, en 2004 el tamaño dado y en 2006 el tamaño maxi. Además por supuesto, de nuevos sabores, chocolates de temporada, variedades bio, apertura de tiendas…
Para mí es un producto totalmente alemán, hay tantos sabores que siempre habrá uno que te guste. Forma parte totalmente de la cultura a pesar de que ya se venden en 100 países.
Tienen infinitos sabores: con frutos secos, con fruta, cremosos, puros, sin lactosa, con galletas, con cereales, chocolate blanco, sin leche, bio… Y cada vez sacan nuevos o los van cambiando por temporadas, así que es imposible aburrirse.
Uno de mis favoritos es uno nuevo que lleva miel, almendras y sal, está tremendamente bueno y en el despacho siempre vuela.
Caben en cualquier bolsillo y la variedad es infinita. Además de estar buenisimos, a mí me parece un regalo / souvenir estupendo para traer de Alemania, ya digo que para mí forma parte total de la idiosincrasia de este país.
Además tienen una manera muy curiosa de abrirse: mirad mirad 🙂
¿Conocías este chocolate? ¿Sabias que era alemán? ¿Has probado alguno? ¿Cuál es tu favorito?
Dulce viernes 🙂