un brunch, un restaurante familiar y una cena con patatas

Nada como que te vengan visitas para probar sitios nuevos. Nada como decidir explorar barrios más allá del centro para toparte con rincones encantadores.

Empiezo con un buen desayuno en el Café Altschwabing donde célebres personas como Thomas Mann, Joachim Ringelnatz, Paul Klee y Lenin degustaron aquí una taza de café.
Se ofrece todo tipo de desayunos a un precio la mar de asequible en pleno barrio de los museos. Eso sí, en fin de semana, imprescindible reservar.

La decoración, típica de un Café Vienés, art déco y madera. Hay muchos platos vegetarianos y comida turca.

En pleno barrio de Haidhausen, cerca del Gasteig se encuentra una de mi calles favoritas; la Preysingstraße. Por ella paso diariamente con mi bicicleta, y en los días de verano veía un pequeño biergarten siempre lleno y muy acogedor. Con la excusa de llevar a mis visitas me animé e hice una reserva en el restaurante Preysinggarten.

Se trata de un café, bar, restaurante muy agradable lleno de familias y con un servicio impecable y amabilísimo. Hay todo tipo de comida (a muy buen precio), las raciones son abundantes y con muy buenas productos. Además cocinan todo con aceite de oliva de Creta. Los niños son bienvenidos y en verano se puede disfrutar de un pequeño jardín, una delicia. A nosotros nos obsequiaron con un trozo de tarta a cada uno, un detalle que nos terminó de conquistar. (También aconsejable reservar en fin de semana).

Y sin alejarnos mucho, en la calle Wörthstraße se encuentra el Cafe Voilà. Otro café en los que puedes o bien tomar un café, una cerveza, un cocktail, un desayuno o una buena cena.

La comida está muy muy buena y las raciones son más que abundantes. Los cocktails también están bien ricos, eso sí intentad aprovechar la “happy hour” porque así salen muy muy de precio.

Eso sí, la única pega es que no aceptan ninguna tarjeta de crédito (ni las EC Karte esas alemanas) así que aseguraros de llevar suficiente suelto.