Seguimos saliendo de Múnich para irnos de excursión de Colonia, después de visitar Düsseldorf, hoy nos dejamos caer por su ciudad rival. ¿Cuánto sabes de Colonia?
Os dejo con Irene, escritora del imprescindible blog Alemania entre bastidores y habitante de la cuarta ciudad de Alemania.
¡Buenas! Soy Irene, del blog Alemania entre bastidores, y quería agradecer a Marta la oportunidad que me ha dado de explayarme con mi actual ciudad de residencia, Colonia.
Hay muchos lugares típicos de Colonia que uno debe visitar si viene a la ciudad, la monumental catedral, el Altstadt con sus callecillas, Heumarkt, el río, el puente de los candados… O comprar un recuerdo del Agua de Colonia.
Pero yo vivo en Colonia y si pienso en mi ciudad esto no suele ser lo que me viene a la cabeza.
Llevo ya cinco años viviendo aquí, Kölle como se dice en el dialecto de la ciudad, y para mí las cosas que hacen de Colonia un lugar especial son en muchas ocasiones intangibles.
Las listas se suelen hacer de 10 cosas, pero una lista sobre Köln no puede tener menos que 11 puntos.
Sin más rollos, os dejo con las 11 cosas que me vienen a la cabeza cuando pienso en Colonia.
01. Kölsch
Kölsch ist die einzige Sprache, die man trinken kann. Y los coloneses están muy orgullosos de hablar el único idioma que se puede beber.
Tanto el dialecto de la ciudad como la cerveza se llaman así, Kölsch.
En la actualidad en ningún colegio se enseña el Kölsch, es algo que se aprende de la familia, pero hay mucha gente mayor que solo habla Kölsch. Yo conozco algún alemán que solo habla este dialecto y me cuesta mucho entenderlo, por no decir que no me entero de nada.
Nix!
Por la calle nadie va a hablarnos en Kölsch, pero los coloneses de pura cepa, de esas familias que llevan generaciones en la ciudad, es muy probable que si que lo hablen y además, muchos de ellos suelen tener un acentillo curioso cuando hablan el “hochdeutsch”.
Sobre la Kölsch, es la única cerveza que te pondrán en las cervecerías de Colonia. Con alcohol o sin él, pero no te molestes en pedir una Pilz, es innecesario, no van a tener y además te vas a llevar una mirada muy, muy reprobatoria por parte del simpático camarero.
02. Kiosk
Nunca nos habíamos dado cuenta de la tremenda cantidad de quioscos que hay repartidos por Colonia hasta que no fuimos de visita a otra ciudad y estuvimos dando vueltas durante más de media hora hasta que encontramos uno. Aquí hay casi uno en cada esquina.
Suelen estar abiertos hasta bastante tarde y son lo mejor para los días de verano. Una cerveza y al parque, y como siempre va a haber uno cerca no es necesario cargar con millones de botellas. Conforme se van acabando se va al Kiosk y se recargan las reservas. Así siempre hay cerveza fresca.
Eso sí, los kiosk van a estar en un 99% de las veces regentados por turcos. Es una simbiosis natural, kiosk – turco. ¿Por qué? Ni idea, pero por ahora solo he visto dos quioscos que los lleven alemanes, y he visitado muchos quioscos.
03. Das kölsche Grundgesetz – Leyes fundamentales de Colonia.
Son 11, por supuesto y todo buen colonés las conoce.
La gente no las va diciendo por la calle, pero los podemos encontrar en muchos anuncios locales.
En mi blog podéis leer una entrada en la que explico todas estas leyes, su traducción al español y que significan en la vida de todo colonés.
Et es wie et es.
Wat fott es, es fott.
Me encantan.
04. Jan von Werth.
En el Alter Markt, el mercado antiguo, se encuentra la estatua de Jan von Werth, un soldado alemán con una historia que merece la pena conocer y ser contada.
El cantar de Jan y Griet.
Jan era el hijo de un campesino que trabajaba como criado y estaba enamorado de la hermosa Griet, una joven igual de pobre que ella y que se ganaba la vida vendiendo fruta. Un día Jan consiguió reunir el valor suficiente para declararse y hacerle una proposición de matrimonio a su amada.
Pero Griet le rechazó rotundamente. Ella quería casarse con alguien que pudiese ofrecerse algo más que lo que el criado Jan podría darle. Se casaría con el hombre indicado, y ese sin duda, no era Jan, el hijo de un campesino.
Por aquella época se desarrollaba la Guerra de los Treinta Años, y tras el doloroso rechazo Jan decidió alistarse en el ejército y combatir.
Los años pasaron y aquel soldado raso demostró grandes dotes en el arte de guerra y comenzó a subir en la jerarquía, sargento, capitán, coronel, hasta que llegó al grado de General. El criado Jan pasó a ser el General Jan von Werth y tras una importante victoria contra los franceses emprendió camino con todos sus hombres a Colonia, “Dä Jan vun Wäth kütt noh Kölle”, todo el mundo esperaba con expectación la llegada de aquel valeroso hombre.
Los comerciantes se agolparon en la Severinstor, la puerta por la que iban a entrar a la ciudad, con la esperanza de hacer buenas ventas. Entre ellos se encontraba Griet, el paso de los años no le había sentado bien, había perdido la hermosura de la juventud y para su desazón, aquel hombre indicado no había llegado.
Cuando Jan entró en Colonia el júbilo estalló, y allí, entre la muchedumbre encontró a Griet, ese amor de sus años mozos, que seguía vendiendo frutas. Se acercó a ella y cuando estuvo enfrente se bajó de su caballo.
„Griet, wer et hätt gedonn!“ (Griet, wer hätte es geglaubt!) Griet, ¡quién lo hubiese creído!
A lo que ella no pudo más que responder:
„Jan, wer et hätt gewoß!“ (Jan, wer konnte das wissen!) Jan, ¡quién podría saberlo!
Tras lo cual Jan volvió a subirse a su caballo y se marchó de allí, dejando atrás al antaño amor de su juventud.
Me encanta Jan, tomó fuerzas del rechazo y se convirtió en alguien importante. Pero lo que más me gusta es que al volver no cayese ante los pies de aquella que lo había menospreciado, como en esas historias de amor pastelosas. ¡Olé tus ****** Jan!
05. Äußerer Grüngürtel.
Los coloneses, como todos los alemanes, se tiran a los parques en bandadas en los días de sol. Es un combo inseparable, sol – parque – cerveza.
Al principio uno se ríe de ellos, míralos, como sino hubiese días de sol… ¡Ay! Ignorante español, esto es Alemania, pueden pasar semanas, sin exagerar, hasta que vuelvas a ver un rayo de sol. Y al final uno acaba uniéndose a los autóctonos.
Los parque que se encuentran dentro de la ciudad están siempre llenos hasta la bandera y el olor a barbacoa inunda la ciudad. Pero a mí el parque que más me gusta está lejos del centro, muy lejos, donde uno puede disfrutar de los rayos del sol en una relativa soledad.
Por supuesto, aunque esté a las afueras de la ciudad sigue siendo Colonia y el consabido Kiosk no puede faltar.
06. 1.FC Köln
En Alemania el fútbol es uno de los llamados deportes rey y estar en la primera división de la Bundesliga es todo un honor. Está claro que todos los equipos dirán que sus aficionados son los mejores, estaría bueno decir lo contrario. Pero la pasión por el fútbol que se siente en Colonia es especial.
No importa de dónde procedas, si te muda a Colonia, te gusta el fútbol y vives en la ciudad durante un tiempo terminarás haciéndote aficionado del 1.FC. Köln, el equipo principal de Colonia.
Conozco un par de alemanes que proceden de diferentes ciudades y todos ellos son apasionados del Colonia, de hecho, hasta son socios.
07. Düsseldorf
La ciudad prohibida. Antes de venir a Colonia mi profesor de alemán ya me había hablado de la rivalidad que existe entre estas dos ciudades. Pero nunca me esperaba que esta fuese tan grande.
En especial de Colonia hacia Düsseldorf. Allí no nos tienen en gran estima, pero de todas formas en algunos lugares puedes hasta encontrar Kölsch. En Colonia no vas a encontrar JAMÁS la cerveza de Düsseldorf, NUNCA. Las Alt están prohibidas. De hecho, es curioso, pues dentro de Colonia ni siquiera hay letreros que indiquen la dirección hacia Düsseldorf. Nunca te van a indicar como llegar hasta allí. Tienes que salir casi hasta la autovía para encontrar uno…
Hace unos meses una amiga que vive en Düsseldorf nos dejó durante un fin de semana a su perro. El más mono del mundo mundial.
Fuyu está empadronado en Düsseldorf y lleva una chapa donde lo indica.
Pues bien, estuvimos con unos amigos alemanes de Colonia, de pura cepa, de esos que hablan Kölsch y van a todos los partidos del 1. FC Köln. Fue amor a primera vista. Se enamoraron de Fuyu y le dieron miles de millones de arrumacos, todo era amor y palabras cariñosas, wie süss!, hasta que vieron la chapa.
El cielo se abrió, el fin del mundo llegó, los jinetes del Apocalipsis se otean en el horizonte ¡el perro es de Düsseldorf! Uno de ellos no volvió a tocarlo en lo que quedó de tarde.
Es como la rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona, insalvable.
Siempre que voy a Düsseldorf voy con un poco de… no sé, es un sentimiento extraño, es como si estuviese traicionando a mi ciudad.
08. Rivalidad de derechas o izquierdas
En Colonia no solo existe la rivalidad con Düsseldorf, dentro de la misma ciudad hay un enfrentamiento constante entre las dos orillas del Rin, Rhein, el río que separa Colonia.
Por supuesto, según donde uno viva, su lado va a ser mejor, pero sin duda el mejor es el izquierdo, donde se encuentra la Catedral, Heumarkt y todo lo importante… Sí, yo vivo en ese lado.
¿Qué tienen en el lado derecho? Müllheim, ¡uhh! Kalk… ¿vives en Kalk? Pobre… La primera vez que fui a Kalk lo hice con una amiga. Ninguna de las dos habíamos estado antes allí y por todo lo que habíamos escuchado de ese barrio nos imaginábamos algo realmente chungo. Una especie de ciudad sin ley, con por lo menos, drogadictos en cada esquina.
Cuando llegamos allí nos quedamos sorprendidas. ¡Vaya, un centro comercial! Y casas normales, gente normal, un parque cuidado, colegios. Vale, el olor a kebap lo inunda todo, y los turcos han hecho del barrio se feudo, pero ya está.
Debo decir que tampoco me he adentrado mucho por allí, pero por lo que vi solo puedo decir una cosa, a los coloneses les encanta el drama.
Aunque sí que hay algo salvable del otro lado del río, del derecho, el malo. El barrio de Deutz y su orilla del río, pero solo porque desde allí se tienen las mejores vistas del lado izquierdo de Colonia, el bueno.
09. Daitokai
Sobre restaurantes, millones. Desde las típicas cervecerías donde no os van a tratar bien, hasta otras con camareros más agradables, como la cervecería que se encuentra en la Severinstr. (muy recomendada).
Pero si tengo que quedarme con un restaurante me quedo, sin duda, con un japonés. Se encuentra más o menos cerca de la catedral y aunque no es especialmente barato merece muy mucho la pena.
La comida está buenísima y la carta es bastante variada, desde sushi, hasta carne, pescado y verduras. Pero lo mejor es que todo lo cocinan delante de ti. Las mesas son especiales, en el centro hay una enorme plancha y allí se encuentra el cocinero.
Si alguna vez queréis ir hacedlo en un día de diario o el sábado por la mañana. Los lunes cierran. ¿Por qué en estos días? Pues porque los sábados por la noche y los domingos tienen una carta mucho más reducida donde solo podemos encontrar los platos más caros… Nosotros lo aprendimos a las malas y nos dejamos más de 50€ por persona.
A mis padres no les hace especial gracia la comida asiática y aún así cuando vinieron a visitarme me arriesgué a llevarlos allí. Después de aquella desvirgación en la gastronomía japonesa me dijeron que si alguna vez tenían que ir a algún restaurante asiático, que fuese de aquí para arriba.
10. Rhein
El paseo por el río es algo típico que todo el mundo hace si viene de turismo a Colonia. Pero la gente se queda en la parte del centro, donde se concentran todos los turistas, por suerte. Si sigues bajando llegas a lo bonito, donde va la gente de la zona a pasear.
Esa parte del río me encanta, es muchísimo más tranquila y uno puede andar sin tener que darse codazos para poder pasar a través de la marabunta.
Solo tiene una pequeña gran pega, las farolas brillan por su ausencia y dado que la carretera se encuentra por encima, una vez que ha anochecido no se ve absolutamente nada.
De todas formas me encanta pasear por allí los días de primavera y verano. Lo disfruto muchísimo.
11. Karnaval
[Continuará]
Del Carnaval de Colonia se puede escribir un libro. Irene ha resumido en 11 puntos importante [ya nos ha dicho que el 11 es el número de mágico de la ciudad] esta gran festividad. Todo lo que tienes que saber próximamente en el blog.
¿Qué te parece Colonia? ¿Conoces la ciudad? ¿Has aprendido algo de la ciudad? ¿Crees que falta alguna cosa por saber? ¿Conoces el blog de Irene? ¡No dudes en pasarte! Es verdaderamente informativo y enriquecedor.
16 comentarios
Si es que no puedo sacarme la rivalidad de encima de ninguna manera, Irene! Solo leyendo el post ya he sentido este sentimiento de traición del que hablas. A estas alturas es ya inevitable. Me ha sabido muy mal por el perrillo, por eso!
Un abrazo a las dos 🙂
Buenas!!
Esa rivalidad está arraigada en las ciudades, en las entrañas y se trasmite aunque no se haya crecido allí. Y en Colonia creo que es incluso más acentuado.
Un saludo!!
Me ha fascinado lo de los carteles.
¡Qué gracioso! De verdad que no me puedo imaginar algo así. Supongo que haya que vivirlo
Qué buen artículo! Me están entrando unas granas tremendas de ir a Colonia, pero ya! Llevo casi 4 años en Alemania y todavía no he ido, no puede ser! Por cierto, me he reído muchísimo: “el perro es de Düsseldorf”… “vives en Kalk? Pobre…” jajjajajaj Irene, eres un puntazo! Un abrazo!!!
¡Buenas Roseta!
Me alegro de que te guste, la verdad es que me lo he pasado muy bien escribiéndolo.
Después de 4 años en Alemania ya va siendo hora de que te pases por aquí. Si vienes avísame, Colonia se ve en un día y ya que estás por aquí hay muchos lugares interesantes que visitar por los alrededores (menos Düsseldorf…).
Un saludo!!
Yo hace 12 años que no voy, así que también he vuelto a coger la ciudad con muchas ganas. 🙂
¡Buenas Marta!
Muchas gracias por la oportunidad que me has dado de escribir sobre Colonia, la verdad es que me lo he pasado bastante bien. Ha sido interesante pensar en esas curiosidades que solo conocen los que viven aquí.
Un saludo!!
Gracias a ti Irene.
En nada la segunda parte con el Carnaval, creo que es como el Oktoberfest, hay que ir una vez en la vida. 🙂
Jajajaja, me ha encantado todo. Tu invitada lo ha contado de una forma muy divertida.
Pobre perrillo, me ha dado penica y todo, con lo majo que parece.
Por cierto, una pregunta, ¿Por qué el 11 es un número tan especial para Colonia?
El blog de Irene es muy divertido siempre cuenta las cosas muy amenas.
El Carnaval de Colonia (entrada que llega en un días) empieza el 11.11 y todo en esa ciudad gira alrededor del 11. Imagino que Irene te lo puede explicar mejor.
Un saludo
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Hola Irene! Todo un gusto leerte por aquí. Que ganas tengo de volver a tu ciudad y conocerla como bien se merece
También yo , también yo 🙂
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¡Hola!
Gracias a las dos por recomendarme este post 🙂 No tenía ni idea de lo de das kölsche Grundgesetz. Ahora exploraré un poco más sobre ello en tu blog, Irene.
Durante mi estancia en Münster no había escuchado nada de la rivalidad entre Düsseldorf y Köln. Pobre perro, ¡no sabía que llegara a esos extremos! :O
¡Un saludo!