No sabría decir en qué momento de nuestra vida nos dicen a todos los españoles que los alemanes hablan un estupendo inglés y que sin alemán nos podemos apañar estupendamente en el país.

Desde el primer momento en el que puse un pie en el despacho donde estuve haciendo mis prácticas, mi jefe me aconsejó aprender alemán, a desenvolverme y a trabajar en la lengua de Goethe, que sin el idioma era imposible progresar e incluso integrarse.

Yo me puse a tope, yendo a clases, estudiando en casa, escuchando la radio, leyendo, preguntando cada palabra, anotando las nuevas que iba aprendiendo, trabajando como podía. Para mí fue clave el nunca intentar usar el inglés y siempre intentar decir las cosas en alemán. Aunque me costara tres veces más de tiempo, eso sí, es bueno tener amigos y compañeros pacientes.

A lo largo de estos años he acudido a infinitas clases, tanto en grupo como individuales. Al principio casi todos empezamos a cero y es fácil avanzar a la vez, pero llega un momento en que cada persona tiene una evolución diferente y a uno se la ha atragantado el pasivo, mientras que otro no se aclara con las declinaciones de los adjetivos.

Unido a este factor, mientras pasan los años, el ir a clase de alemán pasa de ser prioridad uno, a ser la actividad que harás cuando tengas tiempo, entre tardes de cervezas con los amigos.

Tras cuatro años viviendo aquí, en el que idioma forma parte de mi día a día más que el español, os puedo asegurar de que me queda mucho idioma que aprender y no siempre disponible todo el tiempo que quisiera. Al final las clases no sólo es el tiempo de la clase si no, el ir, el volver, el tener suerte con el profesor, que la clase tenga más o menos el nivel, etc.

Y entonces, chaaaan, apareció Lingoda, una academia de idiomas online. ¡Totalmente flexible! Los profesores [que son todos nativos] están repartidos por todo el mundo, así que de verdad puedes tener clase a cualquier hora del día. Vamos, que puedes tener tu clase de alemán a las 7 am, a mediodía en el trabajo, por la noche cuando todos duerman, anytime.

Yo cursé varias clases, tanto las grupales como individuales [de 60 minutos verdaderos, no los 45 min de muchos sitios] y la verdad que sólo he tenido experiencias positivas; los profesores eran amenos, majos y profesionales. Las clases grupales tienen un máximo de 5 alumnos [en todas las que hice yo éramos como máximo 3 y a veces incluso sola] y se tratan infinidad de temas de actualidad, de la cultura alemana, de política, etc, vamos que hay gustos para todos. El aprendizaje está homologado bajo el marco europeo, así que si por ejemplo necesitas sacarte un B2, estás en el sitio adecuado.

Tras cada clase se te da la opción de evaluar a los profesores. Además al comenzar se te asigna un asesor personal que te explica el funcionamiento y al cual se puede acudir en cualquier momento en caso de algún problema.

No sólo las clases son flexibles, también sus precios, para ajustarse a todo tipo de bolsillos. Desde una primera clase de prueba por 0,99€ hasta seguir uno de los diferente planes que ofrecen clases grupales por 6,30€ la clase hasta individuales por 18€ la hora.

Ya no hay excusa; tan sólo se necesita una conexión a internet para poder cumplir el propósito del 2017 de aprender alemán, o ¿quién sabe? Quizá otro idioma; hay clases de español, alemán, inglés y francés.

¿Y vosotros habéis probado a tener clases online? ¿Cuál ha sido vuestra experiencia? ¿Os animáis? ¿Pensáis que es la manera de aprender en el futuro?

*POST ELABORADO EN COLABORACIÓN CON LINGODA