Múnich ha sido mi último destino.
Al contrario que la última vez que fui que estaba cubierto por la nieve, esta vez prácticamente todos los días ha lucido un sol espléndido, casi podría decirse primaveral.
Era por lo tanto, una buena ocasión para hacer un tour por la ciudad. (http://bit.ly/eUAoXJ). Nuestro guía era un irlandés que hablaba demasiado rápido y que decidió que para conocer Múnich hacía falta contarnos todo sobre la ciudad sin enseñarnos nada, una lección teórica.
Pudimos ver la Catedral de Nuestra Señora de Múnich; también conocida como Dom zu Unserer Lieben Frau o Frauenkirche.
Cuenta la leyenda que fue construida tan rápidamente (en tan sólo 20 años) porque fue el Diablo quien lo hizo. Éste hizo un trato con el constructor que construiría la iglesia sin ventanas, para que fuera un lugar oscuro y lúgubre y los ciudadanos no quisieran ir a rendir culto a Dios. El constructor puso las ventanas de manera que no se pudieran ver a causa de las columnas, pero cuando el Diablo se percató de que le habían engañado, furioso dio un pisotón y dejó una pisada que todavía se puede ver.
El Teatro Nacional de Múnich, sede de la Ópera estatal de Baviera es un edificio neoclásico que curiosamente se ha quemado cada diez en los últimos tiempos. Por lo que conseguí captar del guía, este año 2011 tocaba que se quemara.
Paseando, nuestro guía nos contó también la historia de los “Maypole” o como diríamos en español; cucañas.
Este palo de madera se remonta a tradiciones paganas y cuyo significado se ha perdido con el tiempo. Nos contaron que cada pueblo tenía un palo y si alguien lo robaba, para tenerlo de vuelta se debía montar una fiesta. Nos contó que en 1995 la policía robó el palo que tenían en el aeropuerto y para que fuera devuelto les exigieron la fiesta (no lo he logrado encontrar en internet).
Hay uno muy famoso en Viktualienmarkt. Se trata de un mercado de viandas donde puedes encontrar desde famosas salchichas, quesos, aceitunas, flores…y por supuesto cerveza.
La verdad que Múnich tiene muchísimos rincones por descubrir; me quedaría hablar de todo el tercer Reich (que nos contaron mucho), de las cervecerías…Quizás en otro momento, o quizás sea mejor dejar descubrir al futuro turista… (:
0 comentarios
Qué gozada siempre leer de tanto y tan pintoresco. ¡¡¡Me ha encantado la anécdota de la Iglesia!!! ¿A qué te refieres con “la pisada”? ¿De eso no hay fotografía?
Deseando leer más me dejas. Y de viajar, claro, pero leer es más fácil.
Yo no hice fotos (esta vez). Me refiero que el diablo tan enfadado, dio un gran pisotón y dejó “huella”
aquí tienes una foto
http://bit.ly/hA8gNP
encantada de que leas!
Jo, no sé quién eres ni cómo has llegado, pero gracias 🙂
Qué envidia, yo quiero. Y más ahora, con el mono de viajar que tengo… ¡Te sigo!
Vaya, he comentado desde el otro blog, el de WordPress, y ahora no vas a saber quién soy… Seph, de “El color de las cerezas”.
Creo que me gustaría conocerlo:)
hummmm…. ahora recuerdo en berli el currygurts… delicioso….
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No sabia que tuvieras blog
Ya nos veremos en verano
Muchos besos de tus primos
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Pingback: Maibaum, la festividad de los Mayos | querido diario de a bordo…
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