En plena vorágine de la vuelta a la rutina, con morriña de Navidades, de familia y de España, cuesta el volver a adaptarse a nuestras vidas en el extranjero y más de una vez nos preguntamos qué hacemos tan lejos de casa. El idilio navideño llega a su fin y todos tanto los de aquí como los de allí volvemos a nuestras vidas rutinarias.
En más de un sitio se vive bien, no hay una ciudad perfecta y muchas veces tendemos a idealizar nuestras ciudades de origen, casi menospreciando nuestras nuevas ciudades. En la actitud está la clave.
Durante todo el mes de noviembre, blogueros que se encuentran lejos de sus países de origen, participaron en la Blogparade en la que se preguntaba qué echaríamos de menos si tuviéramos que dejar nuestros países de residencia actual.