Queridos lectores, amigos y familia:

Después de intentar dejar atrás la melancolía suiza me dispongo a contaros mis primeros días en esta ciudad.
Bien es sabido que los comienzos nunca son fáciles, y esta no ha sido la excepción.

Llegué a Múnich y en plena mudanza cayó una gran tormenta, así que la llegada fue pasada por agua. En estos primeros días he estado conociendo mi barrio, que tiene tres estupendos supermercados; LIDL, Edeka y Tengelmann. Además tenemos una buena frutería y una panadería. Vivo muy cerca de Ostbahnhof, así que es fácil y bastante rápido llegar a todos los sitios.

Cuando llegas a una nueva ciudad debes registrarte. Así que me tocó ir al lado de Ostbahnhof y rellenar un formulario. Aquí están las direcciones de todos los registros, pero en el caso de vivienda es en Ostbahnof.

 

También he abierto una cuenta alemana, aunque todavía estoy en trámites. (Lo contaré más adelante, por si alguien necesita saberlo). Por supuesto, eso es un tema importante. Yo como casi todo español tengo mi tarjeta Joven que es una VISA electron; pues bien, ese tipo de tarjetas no los aceptan en muchos sitios (al menos los de primera necesidad) y creedme cuando os digo que no es nada agradable ir al supermercado bajo la lluvia y no poder comprar nada, o parar la cola del IKEA, buscar un cajero y sacar dinero para poder pagar.

Hoy por fin tengo tiempo para ir al consulado, cuyas horas de apertura son escasas y anti horario de trabajo. Además por lo que he visto, a lo mejor que puedes aspirar en la vida es a trabajar en un consulado; no sólo tienes los días libres del país de destino sino el de origen. Un chollo.

También he conseguido una bici. Es muy agradable ir en bici en esta ciudad, sobre todo después de haberlo intentado por Lausanne. Es bastante plana y está lleno de carriles-bici por TODA la ciudad. Además, las distancias son mucho más gratas.

Al jardín inglés tardé algo menos de 20 minutos, sin contar que me perdí en el durante casi una hora, pero eso es otra historia…

Seguiremos con las noticias.